Teniendo siempre la idea de generar nuevos negocios, es que en el año 2003, durante un largo viaje a Europa se comenzó a hacer un completo análisis y posteriores pruebas para determinar la posibilidad de introducir cervezas belgas en Chile. Una vez realizados los contactos con importantes empresas cerveceras de Bélgica, país reconocido a nivel mundial por la variedad y calidad de sus cervezas, se acordó la representación exclusiva para varias de las mejores marcas en Chile.